Tipos de funerales

El entorno cultural en la que se produzca el fallecimiento determinará en gran parte el tipo de funeral que se celebre, de igual modo profesar o no una religión, influirá directamente en la ceremonia fúnebre, ya que tendrá unas características u otras.

FUNERAL RELIGIOSO

El funeral religioso es el servicio conmemorativo que se lleva a cabo siguiendo las costumbres propias de la tradición religiosa que se profesa para celebrar la vida del fallecido. En la sociedad española, el tipo de ceremonia fúnebre más extendido de carácter religioso es el funeral católico.

Características de un funeral religioso

El funeral religioso se inicia llevando los restos del difunto al interior de la sala de ceremonias o del templo donde se vaya a celebrar la ceremonia acompañado por sus familiares y amigos.

Los asistentes al funeral religioso deben acceder al interior antes que el féretro, los familiares más cercanos se sitúan en los primeros bancos.

Un Servicio musical puede o no acompañar a la ceremonia siempre que la música escogida respete los cánones de la religión.

Cada profesión religiosa tiene su litúrgia particular, en el caso de una ceremonia catòlica, la celebración incluye la recepción del cuerpo, la liturgia de la palabra, la eucaristia si se celebra una misa, y una encomendación a Dios antes de la despedida.

Ceremonia de carácter aconfesional: el funeral laico

El funeral laico es un tipo de acto de despedida que precede al entierro o cremación en el que no se sigue ninguna tradición religiosa.

¿Cómo se celebra un funeral laico?

En este tipo de ceremonias fúnebres, el homenaje al difunto se puede acompañar de música mientras los asistentes describen pasajes sobre su vida, anécdotas y recuerdos, todo ello ambientado con arreglos florales que ayudan a dar solemnidad al acto. Es habitual contar con un maestro de ceremonias que guíe este tipo de sepelios para establecer un orden de inicio y desarrollo del mismo, así como el cierre o despedida final.

 

El objetivo de las ceremonias fúnebres

La pérdida de un ser querido nos recuerda que debemos aceptar la muerte como parte natural del hecho de estar vivos. Es por ello que la muerte se convierte en un evento sumamente dolido, no sólo por la ausencia de quien ha compartido nuestro camino, también porque nos inquieta saber si existe algún lugar tras esa despedida, y porque debemos aceptar que antes o después ese es el destino de todos.

Cada cultura tiene su propia visión acerca del más allá, y de cómo llega el difunto a ese lugar, pero el objetivo de la ceremonia en todas ellas es el mismo: que transmita amor, aprecio, cariño y recuerdo.